
Posiblemente esté dando respuesta a la pregunta que nadie se hizo, pero ¿Hay un ganador en esta comparativa? ¿Son compatibles? ¿Tendría sentido una zapatilla minimalista con placa?
Durante toda una vida corriendo con zapatillas con drop, hace ya 13 años emprendí un camino de exploración y conocimiento sobre el origen y argumentos de una tendencia hacia un calzado minimalista y el barefoot running. Un camino ilusionante al redescubrir un deporte desde unas sensaciones completamente diferentes y que pronto trajo resultados muy convincentes: Mejores sensaciones, mejores recuperaciones y mejores tiempos.
¿Mejores tiempos por el calzado? NO. Mejores tiempos por dedicar atención a cuestiones como la técnica y el refuerzo de grupos musculares y articulaciones que están implicados en la carrera a pie y que habitualmente descuidamos gracias a que las zapatillas con drop y mucha amortiguación permiten que corramos sin esa preparación previa.
Esa transición no estuvo exenta de problemas. Toda una vida con zapato y zapatilla convencional, requiere una transición muy lenta y consciente y llevado por los resultados participé en varios ultra trails derivando en practicamente todas las lesiones asociadas al barefoot, a pesar de no haber tenido ninguna lesión de consideración con zapatilla convencional ¿Culpa del calzado? NO. Culpa de la inconsciencia y falta de paciencia.
Pero después de muchos años en los que mi posición era clara a este respecto: El minimalismo solo trae ventajas y es lo natural, aparecieron las placas de carbono.

En mi opinión, quizás contraria al mainstream, las placas de carbono deberían ser trampa. En natación por ejemplo se prohibieron los que denominaros «trajes de baño trampa», que tan solo permitían que la hidrodinámica del nadador fuera mayor. Es decir, no le frenaban, pero tampoco suponían una ayuda. En cambio una placa de carbono es una ayuda activa que te impulsa artificialmente hacia delante.
En fin, una vez asumido este hecho, la realidad es que las zapatillas con placa de carbono contribuyen a una mejora notable en los tiempos y es aquí donde viene mi planteamiento original. ¿Son comparables y compatibles?
Aquí entramos en el campo de lo subjetivo y lo opinable, pero creo que sencillamente no hay color. Si tu objetivo es mejorar tus tiempos en una carrera concreta, serás más rápido con una zapatilla con placa y no hay que demonizar, ni ser dogmático. Una carrera no te va a deformar los pies y vas a poder exprimirte al máximo, incluso minimizando algunos riesgo de lesión. Es cierto que la inestabilidad es tremenda, pero tus pies están más preparados.
Ahora, sería deseable y esperable que aparezcan zapatillas con forma de pie con placa. Sería deseable que aparezcan zapatillas con forma de pie y sin drop con placa. Pero la duda que me surge y no me atrevo a opinar de forma vehemente, pero os animo a hacerlo ¿Sería deseable una zapatilla sin amortiguación pero con placa rígida de carbono?