El lujo no se justifica. Son los intangibles los que le confieren exclusividad a un artículo: Un origen único con una gran historia detrás; El uso de materiales poco abundantes, o complejos de manipular; La manufactura exquisita, el cuidado enfermizo por el detalle, o sencillamente lo limitado de su producción. No obstante, hay una delgada línea entre el lujo y que te tomen el pelo.