Me gustaría comenzar afirmando que tu culo no tiene precio, pero todos sabemos que lo tiene… Pero ¿Qué precio le pones tú? Han transcurrido más de dos siglos desde el invento de la bicicleta, originalmente conocida como “Drasiana”, o “máquina andante” y seguimos recurriendo a culotes para que la experiencia de montar en bici, especialmente con enfoque deportivo, no sea una tortura.